domingo, 28 de noviembre de 2010

No todo está perdido.

Esta semana me tocó hacer panoramas en Jiquilpan y Sahuayo, en Michoacán.
Sahuayo no me impresionó, pero Jiquilpan me encantó y me conmovió por varios motivos:
El oficial mayor de la presidencia municipal es el maestro de matemáticas de la secundaria (y todo el mundo lo saluda en la calle con gusto y respeto).
Tienen una universidad (la Universidad de la Ciénega) donde solo enseñan carreras de vanguardia (como genómica y nanotecnología).
Hay gente estudiando en la biblioteca (que además tiene murales de José Clemente Orozco).
En la escuela primaria también hay un mural maravilloso de Roberto Cueva del Río..
Hay un centro de investigación del IPN y una unidad académica de la UNAM.
La señora que vende fruta en la calle tiene dos hijos con carrera universitaria (uno titulado y otro a meses de titularse).
Pero sobre todo, le pregunté a la directora de turismo de Jiquilpan cuándo es la fiesta del pueblo y me contestó:
"Solo tenemos tres fiestas cívicas: el 18 de marzo, el 16 de septiembre y el 20 de noviembre".
Tienen un museo, administrado por la UNAM, del general Lázaro Cárdenas.





Conocí, también, la casa de descanso del presidente Cárdenas y es una construcción de no más de 100 metros cuadrados.




Y, además, las neverias se llaman "Claudia".

jueves, 18 de noviembre de 2010